No sé si estareís de acuerdo conmigo en que vivimos en la cultura del miedo: miedo al terrorismo, miedo a la crisis, miedo al qué dirán, miedo al futuro, miedo a mi pareja, miedo por mis hijos... Nuestros representante politicos se ocupan mucho de eso; no hay una población más facilmente manipulable que cunado se le inculca creencias de miedo, miedo que nos paraliza, que nos ata de pies, manos y mente para poder manejarnos desde la mediocridad. Este es su juego favorito para poder sobresalir como los "salvadores", los más listos e inteligentes.
Se necesita ser mezquino para humillar a sus semejantes hasta ese punto con tal de que su cabeza sobresalga de la de los demás. Eso también es actuar desde el miedo.
En fin, para no desviarme del tema de hoy, un viernes cualquiera de un noviembre preñado de noticias y "cambios" (a veces se precisa cambiar un poco para que todo siga igual) quiero hablaros de una historia que me contaron hace mucho tiempo y que expresa con gran claridad el mensaje que os quiero transmitir:
Durante una de las tantas guerras que el hombre ha provocado a lo largo de su historia, un espía fué capturado y sentenciado a muerte por un general del ejercito traicionado. El general era un hombre inteligente y compasivo, tenía fama de justo y estaba en contra del cautiverio y la tortura, por lo que siempre le daba al condenado a que eligiera su destino; éste podía escoger entre el batallón de fusilamiento o atravesar la Puerta Negra.
No era una elección fácil, entre los horrores desconocidos que podían esperarle detrás de aquella siniestra puerta y la muerte rápida, decididido a terminar con esa angustia , eligió el batallón de fusilamiento.
Desde su despacho el general oyó el estruendo de una ráfaga de disparos anunciando que se había cumplido con la sentencia . Mirandose las botas con actitu triste se dirigió a su asistente diciéndole: "Hay que ver como somos los seres humanos, preferimos lo conocido que lo desconocido; el miedo a lo indefinido nos lleva a decisiones equivocadas. Nada de lo que nace del miedo trae buenos resultados."
El asistente estaba muy intrigado y sin poder contenerse le preguntó: "¿Qué hay detrás de la puerta, mi general". Éste le respondió: "La Libertad, y he conocido muy pocos con el suficiente coraje para tomarla".
Dicen que la suerte es la suma de la oportunidad y la preparación. Si no estamos preparados no sabremos reconocer las oportunidades. Si reconocemos las oportunidades y no estamos preparados, es más sencillo ya que sólo hay un camino: prepararse para aprovecharla. Por eso la suerte, entendida de este modo, es importante para tener éxito y prosperidad en la vida. Nadie nos va a salvar, nadie regala nada por nada. El camino más fácil no simpre es el mejor. El mejor camino es el que nos pone a prueba para vencer limitaciones y desarrollar nuevas habilidades. El objetivo no se mide por el momento del logro, sino por lo que has aprendido durante el recorrido hasta alcanzarlo.
Es hora de dejar de teorizar sobre la vida y ¡empezar a vivirla!. Tal vez, para ello, necesites reconocer tu propio coraje, por lo que te propongo un reto para cuando los fantasmas te paralicen : ¡aunque tengas miedo, házlo!.
Saludos amig@s valientes.
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2 comentarios:
Fascinante como siempre, y nunca dejas de sorprenderme... la historia de la puerta negra no sé si es de tu cosecha... pero si es así qué gran huerto tienes! y si no, con cuanta documentación cuentas... que gran archivo... no tanto por su cantidad como por la calidad de tus historias. Ya lo dijo alguien: la historia esta contada por los valientes, como tu dices, los que tienen el coraje de vivir!
Un besazo... y recomienda este blog a tu amigos y contactos... les encantará!
Qué oportuna fui al buscarte
y qué afortunada al conocerte,
en cada encuentro contigo
se alimenta y prepara mi mente.
Créeme, esto sí que es suerte...
Un abrazo infinito
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